viernes, 14 de octubre de 2016

De Moffat y Sherlock: Comentario sobre Sherlock de la BBC

«Es curioso cuando una historia escrita hace más de 120 años tiene mejores políticas de género que su reinvención moderna»

Dado que el episodio que vamos a comentar se emitió en 2012 esta entrada va con años, literalmente, de retraso. Sin embargo, nos parece que en Escándalo en Belgravia, primer episodio de la segunda temporada de la serie Sherlock, podemos encontrar una interesante reinterpretación de la dinámica entre los personajes originales de Doyle, que merece un breve análisis. 

Para todos aquellos que no están familiarizados con el canon holmesiano, Escándalo en Belgravia es esencialmente la adaptación de uno de los relatos más aclamados de Conan Doyle: Escándalo en bohemia. El relato en cuestión fue el primero de los 56 relatos cortos que protagoniza el detective y también la primera historia de Holmes ilustrada por Sidney Paget, pero esto no viene al caso. Lo fundamental de la obra es la presentación de Irene Adler, una cantante de ópera que tras haber mantenido relaciones con el rey de Bohemia le chantajea con una foto comprometedora en un intento de evitar su matrimonio con una princesa escandinava. El rey de Bohemia pide a Holmes que recupere este documento incriminador y Holmes acepta. 

Al día siguiente el detective se dedica a vigilar a la dama y es testigo de su boda con el abogado Godfrey Norton. Sin perder el tiempo, esa misma noche, Holmes se disfraza de sacerdote y finge haber sido atacado frente a la casa de Irene, consiguiendo que la dama le permita entrar en la vivienda. Una vez dentro, Watson, en complicidad con Holmes, crea una humareda y alerta a gritos de un fuego. Ante la amenaza de las llamas, Irene corre hacia la sala de estar donde, tras un panel, descubre un compartimento secreto. Habiendo descubierto el lugar donde oculta las fotografías, Holmes se marcha rápidamente. Una vez se ha reunido con Watson, ambos regresan a Baker Street caminando y Holmes planea recuperar los documentos a primera hora del día siguiente. Al llegar frente al 221B, mientras Holmes trata de abrir la puerta, se escucha una voz: «Buenas noches, señor Sherlock Holmes». Al haber varias personas paseando es imposible identificar de quién proviene el saludo, aunque parece que corresponde a «un joven delgado que vestía un ancho gabán»

Al día siguiente Holmes se presenta en casa de Irene dispuesto a robar la fotografía, solo para encontrarse con que la dama ha descubierto y frustrado sus planes. Tanto ella como su marido han abandonado Inglaterra definitivamente y la foto con ellos. En su lugar, hay otra foto, un retrato de Irene, y una carta en la que ella explica que sospechó de él cuando se produjo el supuesto fuego y por ello decidió seguirle. Además, Irene se revela como la autora del «Buenas noches» del día anterior y le asegura al detective que el rey no tiene nada que temer siempre y cuando la deje en paz. A partir de este momento Irene Adler se convierte en la mujer para Sherlock. El detective se referirá a ella en el futuro como la mujer, la única que le ha vencido, alguien a quién respeta, un igual a nivel intelectual, todo un logro en la época victoriana. 

Y he aquí que se aproxima la adaptación y los amantes de este personaje se echan a temblar ¿El motivo? El guion corre a cargo del polémico Steven Moffat, guionista al que muchos hacen responsable de la desaparición de la consistencia en los personajes femeninos de la serie Doctor Who y autor de numerosas frases y citas controvertidas, como: «Women are needy. Men can go for longer, more happily without women (…) Meanwhile women are out there hunting for husbands.» Al guionista también se le conoce por sus declaraciones de hallarse asqueado ante el embarazo de su esposa y por su  hilaridad ante la posibilidad de que Doctor Who pueda ser protagonizado por una mujer, entre otras cosas. Aquí  un artículo que incluye algunas de las citas anteriores. 

Tuit del guionista en el que insinúa que las personas bisexuales no ven la televisión pues están ocupadas teniendo muchas relaciones sexuales

En definitiva, la polémica estaba servida incluso antes del estreno del episodio y cuando, a una semana de este, se hizo saber que el personaje de Irene Adler sería homosexual en la serie la expectación aumentó aún más. Finalmente pudimos ver el episodio. En él, Irene Adler ya no es cantante de ópera sino una dominatrix de élite, especializada en sadomasoquismo, que posee imágenes comprometedoras de una de sus sesiones con una dama de la Familia Real Británica. Sherlock será contratado para recuperar estos documentos comprometedores y utilizará la triquiñuela del cura para entrar en la casa de Miss Adler, que le recibirá desnuda. Esto es solo el principio de una serie de cambios: la clave de la caja fuerte se corresponde con las medidas del cuerpo de la dominatrix; a pesar de ser declaradamente homosexual Irene parece sentirse inexplicablemente atraída por Sherlock y le acosará con sus flirteos; Sherlock tratará con condescendencia a Irene, que aquí ya no es su igual sino claramente su inferior; descubriremos que Irene no está actuando por iniciativa propia sino solo siguiendo instrucciones de  Moriarty; Irene bloquea el trabajo de su vida, su única protección, y toda la información que ha conseguido de sus clientes poderosos con una contraseña basada en su flechazo por Sherlock; Irene pierde ante Sherlock, que la derrota intelectualmente en aras de un final espectacular; Irene tiene que suplicar piedad a Sherlock, tras lo que es rechazada con desdén; y,  finalmente, Sherlock le salva la vida. Es decir, el personaje sufre una metamorfosis verdaderamente brutal que la deja irreconocible. El personaje pasa de ser uno que contribuye al empoderamiento de las mujeres a un personaje femenino humillado, manejado y superado por hombres. A continuación la escena cumbre del capítulo en la que se reflejan algunas de las situaciones descritas.


Las reacciones entre los fanáticos no se hicieron de esperar, esa misma noche Zoe Stavri, bloguera, escribió una entrada de título Irene Adler: cómo destrozar un brillante personaje femenino. En el que argumentaba «it’s pretty when a story written over 120 years ago has better gender politics than its modern reimagining». Pronto muchos otros se hicieron eco de este. A continuación un video de la youtuber y bloguera, Claudia Boleyn, comentando el episodio.  



Finalmente, una reflexión ¿Es posible que ya tengamos bastantes  ejemplos de femmes fatales a las que los héroes, hombres blancos heterosexuales, ponen en su sitio? 

miércoles, 12 de octubre de 2016

Una nueva rue Morgue

Los historietistas franceses Céka y Clod han plasmado en cómic su propia adaptación del relato Los crímenes de la calle Morgue. En un París del siglo diecinueve, los vecinos de la rue Morgue detienen sus actividades sobresaltados por los gritos que proceden del cuarto piso de un edificio de apartamentos. Es el piso de Madame y Madeimoselle L’Espanaye. Un grupo sobresaltado derriba la puerta solo para escuchar dos voces discutiendo en el piso superior, una en francés, otra en un idioma que no son capaces de identificar. Cuando los vecinos llegan a la habitación de la que procedían los gritos encuentran los cadáveres de madre e hija espantosamente mutilados. La sala está destrozada pero no hay nadie aparte de las difuntas. Cuando los esfuerzos de la policía prueben ser inútiles, Auguste Dupin y su compañero se harán cargo de la investigación para resolver este truculento enigma. 


Céka y Clod plasman esta historia en 56 páginas de cómic al que aportan su toque personal. El argumento respeta la trama del relato original a la que añaden algunas dosis de humor y dinamismo gráfico. La narración se sitúa en una especie de París de ensueño, a caballo entre la realidad y la fantasía, un parís de calles estrechas, oscuras y enrevesadas, de edificios asimétricos y portales desordenados, en el que la imagen de Napoleón aún está fresca en la memoria colectiva. Al igual que el relato, Dupin mantiene al lector tal ignorante como a su compañero por lo que el final constituye un clímax de sorpresa altamente anticipado. Por lo que sabemos, el cómic, publicado el 18 de agosto pasado, aún no se ha traducido al español, pero ha recibido muy buena acogida en francés, crucemos los dedos. En cualquier caso, os recomendamos que le echéis un vistazo tanto si domináis el francés como si no, podéis encontrar una breve muestra gratis en la iBooks store de iTunes. 


Portada del cómic 

   

domingo, 9 de octubre de 2016

Elementary, una versión del universo holmesiano

Cuando la cadena americana CBS se decidió a lanzar su propia serie televisiva basada en las aventuras de Sherlock Holmes cundió el escepticismo. Rondaba el año 2012 y la serie Sherlock de la BBC, en un periodo de apogeo, estrenaba su segunda temporada. Era, a todas luces, un mal momento para lanzar una nueva serie de esas características, mientras existía un competidor tan fuerte como Sherlock, que había robado los corazones de los telespectadores. En cierto modo, no parecía posible realizar una nueva adaptación moderna que resultara original y no fueron pocos los que acogieron Elementary con mal disimulado recelo. Sin embargo, se equivocaron.

Elementary nos presenta a un Sherlock Holmes británico de nacimiento pero residente en la gran manzana. El detective, interpretado por Jonny Lee Miller, acaba de salir de rehabilitación por sus problemas de drogadicción y se verá obligado a soportar la compañía de un acompañante de sobriedad, la ex-cirujana Joan Watson, que le ayudará a mantenerse alejado de las drogas. La innovaciones comienzan en este mismo instante porque Joan Watson, interpretada por Lucy Liu,  es probablemente el primer Watson en la historia del cine y la literatura que está a la altura intelectual de su Holmes. La serie no solo revierte el género del personaje sino también el balance de poder entre los protagonistas y su disparidad intelectual. Si bien Watson no es tan aguda como Holmes es a su vez increíblemente inteligente. Adiós a los tiempos en los que el personaje de Watson existía para mirar a Holmes con cara de pasmo, Joan participará activa y útilmente en los casos de Sherlock desde el primer episodio, en el que su descubrimiento será la clave para capturar al asesino.  



Liu y Lee Miller en el cartel promocional de la primera temporada

En Elementary, se huirá del manido recurso de crear tensión sexual y atracción entre los dos protagonistas de distinto sexo, que es ya un cliché de la televisión actual.  En su lugar, los personajes construirán una fuerte relación de amistad, basada en el compañerismo y el respeto mutuo. En palabras del coproductor de la serie Carl Beverly «There’s this idea that a man and a woman can’t be together on a show especially without needing to be together sexually or in love or whatever, and this is really about the evolution of a friendship and how that happens. »

Igualmente, la serie no caerá en el tópico de convertirse en una oda a Sherlock, como muchas otras en las que la narrativa tiene como único objetivo ensalzar al detective y demostrar su brillantez. Elementary, se centra en la relación entre personajes y, debido a lo anterior, dispone y dedica buena parte de su tiempo en pantalla a crear una rica familia de personajes a los que realmente conocemos y por los que realmente nos interesamos. 

Hablando de variedad y riqueza, Elementary es todo un muestrario de la diversidad que reina en Nueva York. De acuerdo con el coproductor Rob Doherty « there was no part on the show that was race-restricted because we all felt very strongly that it was irrelevant and incidental. You find the best Sherlock you can. You find the best Watson you can». Así Joan Watson es interpretada por la actriz de origen asiático Lucy Liu, mientras Jon Michael Hill interpreta al detective Michael Bell. Atto Essandoh interpreta a Alfredo, el padrino de Sherlock y la señora Hudson pasa a ser la señorita Hudson, una de las informantes de Sherlock, interpretada por la actriz transexual Candis Cayne. La diversidad se ve reflejada tanto en los clientes como las víctimas de los diferentes casos y también en las escenas de exterior o las situadas en lugares concurridos en las que se captura el verdadero ambiente neoyorkino. 

En cuanto a Sherlock, este retrato del personaje es probablemente el más humano y realista hasta el día de hoy, Sherlock no es perfecto y además se equivoca, y cuando se equivoca se disculpa. El Sherlock de Elementary se aleja de este desfasado genio antisocial, asexual e infalible que resuelve crímenes desde el minuto uno, literalmente. En oposición a esto Holmes es un hombre de increíble capacidad intelectual pero imperfecto. El detective va a luchar para mantenerse apartado de las drogas y también por mejorar sus modales oscos e inapropiados. La serie manda claramente el siguiente mensaje: ser maleducado no es aceptable y suele tener efectos indeseados y negativos en las personas que te rodean.  

En el ámbito emocional, el show aplica ciertos refrescantes cambios al personaje de Holmes. Conforme avance la historia descubriremos que el detective se hundió en la adicción a causa de la muerte de su pareja, Irene Adler, que fue víctima de un asesino en serie en Londres. La trama de Irene Adler, interpretada por Natalie Dormer, está llena de elementos sorpresa que voy a comentar a continuación, aquellos que no han visto la serie, pueden saltarse el próximo párrafo. 



Irene y Sherlock se conocen, flashback del capítulo 23, temporada 1

Como muchos sabrán Irene Adler es un personaje al que raramente se le hace justicia en las diversas adaptaciones. Con relativa frecuencia Adler queda reducida a un peón de Moriarty.  Incidiremos sobre este personaje y sobre la adaptación que de él se hace en la serie Sherlock en otra entrada. En principio, da la impresión de que Elementary se va a limitar a utilizarla como un personaje de trasfondo que no llega a salir en pantalla.  Justo cuando los seguidores comienzan a quejarse de que un personaje tan fundamental haya muerto antes del inicio de la serie descubrimos que Irene Adler no está muerta sino viva, y ha sido secuestrada. Sherlock corre a su rescate luchando con el shock emocional que supone descubrir que el amor de tu vida sigue vivo y consigue encontrarla.  Sin embargo, cuando el público comienza a quejarse de que se encasille a Adler en el papel de damisela en apuros la serie da otro giro: Irene no es Irene en realidad, sino Jamie Moriarty, un cerebro malvado que dirige una poderosa organización. Y lo que es mejor, Jamie Moriarty derrota a Sherlock, que es incapaz de frustrar sus planes. Moriarty conoce demasiado bien a Sherlock para no prever sus movimientos ¿A quién no conoce bien Moriarty? A Watson, que será quien idee la forma de derrotarla. 

En definitiva, la serie es altamente recomendable puesto que nos proporciona una nueva visión auténticamente modernizada del universo de Sherlock Holmes presentándonos una Sherlock humano, una  mayor diversidad, un auténtico desarrollo y evolución de los personajes y un reconocimiento de personajes femeninos fuertes e inteligentes. Abajo un breve trailer del primer episodio.