Sherlock Holmes 1.3


«Nothing will melt that glacier»

Aun recordando que no es un autómata, hay que destacar que, al menos en las obras originales de Doyle, a Holmes no se le conoce ningún tipo de relación sentimental. Su colega, el profesor Watson, explica lo necesario de esta vida célibe señalando que Holmes vive para su trabajo y que en su trabajo una emoción intensa sería el equivalente a una grieta en una lente de gran aumento, un inconveniente, una distracción, nada aconsejable ni deseable. Sin embargo, y con todo el respeto debido a Sir Arthur Conan Doyle, la ficción posterior ha aportado explicaciones y variaciones más interesantes que las que el autor ofrece por boca de Watson, a continuación examinaremos tres de ellas. 

La primera a tener en consideración la encontramos en la película El secreto de la pirámide, dirigida por Barry Levinson. En esta versión, Holmes y Watson habrían coincidido por primera vez en un internado londinense durante sus años de adolescencia. El joven Holmes, interpretado magistralmente Nicholas Rowe, vive en un internado donde pone en práctica sus precoces dotes detectivescas pero, sobre todo, donde mantiene una relación romántica con la bonita Elisabeth Hardy, sobrina de su profesor favorito. Los dos se aman con la inocencia e intensidad con la que solo pueden amar unos adolescentes en la época victoriana. En una escena de la película, los compañeros de Holmes hablan de su futuro. Uno de ellos quiere ser médico, otro abogado, pero cuando le preguntan a Sherlock él solo responde que no quiere estar solo mientras mira a Elisabeth que pasa a lo lejos. Sin embargo, Elisabeth muere a manos del villano al final de la película sin que Holmes pueda hacer nada por evitarlo, esto le llevará al futuro que había declarado no desear, un futuro solitario en el que es incapaz de volver a sentir amor. 


Escena de El secreto de la pirámide. Elisabeth, interpretada por Sophie Ward, a la izquierda

Otras adaptaciones no ofrecen explicaciones tan románticas, pero sí igualmente interesantes. En la serie Elementary, que nos muestra a un Holmes moderno que vive en Nueva York, el detective consultor mantiene sexo con una prostituta en el primer episodio; pero no se le conoce ninguna relación sentimental. Conforme avanza la serie, descubrimos que Holmes solo ha conectado a un nivel profundo una vez, con la joven e inteligente pintora Irene Adler, cuya desaparición y muerte un año atrás lo empujaron a la drogadicción. El argumento dará un giro cuando se descubra que Irene Adler, no solo sigue viva, sino que también es el cerebro tras el nombre del sanguinario criminal conocido como Moriarty. 


Natalie Dormer en el papel de Irene Adler en la serie Elementary

Por último, en la serie Sherlock, de la BBC británica, este se mantiene indiferente hacia las mujeres, plausiblemente por los motivos aportados por Doyle, pero esto cambia cuando entra en su vida la dominatriz Irene Adler, a quien debe arrebatar unas fotos que comprometen a la familia real británica. Ella, perspicaz y provocadora, se sentirá atraída por la inteligencia de Holmes y él tratará de mantener su indiferencia habitual sin conseguirlo del todo. Más información sobre Irene Adler en la serie Sherlock aquí.


Lara Pulver en el papel de Irene Adler en la serie Sherlock 

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